domingo, 21 de julio de 2013

¿QUÉ BANDERA AGITAS?

Hace poco fui al centro para hacer unos recados y a la vuelta me encontré en un atasco. Estaban podando árboles en el arcén y uno de los carriles estaba cerrado.

Cuando pasé junto a uno de los trabajadores que sostenía una bandera de señalización de tramo en obras, lo saludé. Me pareció adecuado reconocer su existencia. Mientras que este me devolvió el saludo, más adelante me encontré con otro trabajador con cara de pocos amigos que cumplía la misma tarea en el otro extremo. Repetí el saludo pero, no obtuve respuesta.

Más allá de que su trabajo no es genial, puede ser que a este hombre lo hubiesen despedido de un cargo ejecutivo. O quizás fue su mujer la que lo puso de mal humor. También podía ser que estuviese resfriado. Cualquier cosa era posible…

«Si el destino de un hombre es ser barrendero, debería barrer las calles como Miguel Ángel pintaba o como Beethoven componía o como Shakespeare escribía. Debería barrer los suelos tan bien que tanto en el cielo como en la tierra pudieran decir: “Aquí vivió un gran barrendero que hacía muy bien su trabajo"».
Martin Luther King

En una época entendí esta frase como si el barrendero no debiera aspirar a más. Más tarde comprendí que quizás lo que quiso decir es, que cualquier cosa que uno haga se puede convertir en una tarea superior y de total compromiso.

Años después cuando viajé a Roma vi la suprema actuación del famoso urbano que dirigía el tráfico. Desde una rotonda en el centro de la ciudad, conducía el tránsito con tanto entusiasmo y vigor como un maestro de orquesta dirige a sus músicos.

Me di cuenta entonces lo que el doctor King quería decir. Incluso dirigir el tránsito se puede convertir en una actividad mayor si se la realiza con una actitud positiva y comprometida

Por: David Valois

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